live fast or live slow. However, you'll die !

domigo 29 de abril, 2007

A pesar de seguir teniéndole miedo; cambió mi forma de pensar con respecto a la muerte.
Ahora sí estoy absolutamente segura de que es inevitable. En el camino de ida a su casa pensé, pensé y pensé, que ojalá nunca me pasara a mí. Y al pensar eso me di cuenta de lo estúpido que es ese pensamiento, porque es imposible que nunca me pase a mi, (Si es que no muero antes que mis padres) ni a nadie. Si llego a tener una vida normalmente larga, es imposible que no vea morir a mis padres. Es una reflexión horrible y lo sé, pero no van a estar siempre ahí para cuidarme: su vida no es eterna. Y aunque me cause horror pensarlo, mi vida también tiene un fin. Con casi diesciséis años, reconozco que ya pasaron 16 años de mi vida, y por más lágrimas, pensamientos, depresión, reflexiones, dolor o cualquier otro sentimiento, sin que pueda impedirlo: voy a morir, todos vamos a morir. Puede ser dentro de años, puede ser en los próximos diez minutos, cuando sea, pero no hay manera de evitarlo. Es una ley, es horrible, no la deseamos; pero a la vez es lo más natural del mundo. Nadie puede nacer y pensar “yo no me voy a morir”. Desde el momento en el que comenzamos a usar nuestra razón y pensamos en la muerte, pero pensamos seriamente, descubrimos, muy a nuestro pesar, que vamos a ver morir a nuestros padres, o a nuestros abuelos, o entiéndase cualquier persona querida. Y causa muchísimo dolor, lloramos, lloramos, querríamos que nuestra vida termine, no llorar más, no sufrir, nada más. No hay nadie ni nada que pueda hacer a esa persona volver. Absolutamente NADA. Duele muchísimo, y a nadie le gustaría que le pasara. Sin embargo, es parte del contrato de nuestra vida. Nacés, vivís y morís. No hablo del cuándo, no hablo del por qué. Existen causas que pueden hacer que lo aceptemos más fácilmente. Más allá de todas las palabras que esté escribiendo, más allá de todo cuando uno “entiende” la muerte (o en mi caso, por lo menos, creo entender) se vuelve simple. La vida es compleja y simple a la vez. La muerte es inexorable